La Escuela Taller “La Troballa” forma parte de una propuesta estratégica global para mejorar las condiciones de las diversas instalaciones de la Fundació Arrels en su tarea por atender a las personas sin techo. El proyecto consiste en la adecuación de un antiguo taller de fabricación de banderas de Ciutat Vella para convertirlo en la nueva sede de esta escuela taller.
“La Troballa” nació en 2001 para acoger a las personas sin techo con mayor fragilidad o en situación de riesgo. Se trata de un espacio reestructurador de la persona que permite ocupar el tiempo libre y recuperar hábitos personales y sociales a través de actividades artesanales y de manipulación.
Con los años, “La Troballa” se ha ido complementando con espacios para la formación y la venta de los productos manufacturados, ya sea con atención directa al ciudadano o por pedido. El éxito de la iniciativa ha dado lugar a una necesidad de espacio que corresponde al aumento de la actividad, a la progresiva incorporación de nuevas especialidades y a la necesaria visibilidad de lo que allí se hace.
Por este motivo, se ha optado por el traslado del local existente a un espacio centenario que triplica su superficie, emplazado en una calle comercial de primer orden cercana a los principales recursos sociales de sus principales usuarios, y con unas inmejorables condiciones espaciales y funcionales para desarrollar la actividad propuesta.
El proceso de diseño se ha hecho con el acompañamiento constante de la junta directiva de la fundación, algunos de cuyos miembros son personas sin techo.
La adecuación del local pone en juego una estrategia de campus urbano, en que la red de espacios destinados a la atención de personas sin techo tiene la proximidad idónea para ser útil a este colectivo.
El espacio interior del local se destina a taller de aprendizaje. La sala grande es el ámbito de trabajo en común, con mesas y bancos de trabajo dispuestos en un espacio diáfano.