Un pequeño cubierto en desuso debe convertirse en apartamento para una persona de paso. El cobertizo es la última construcción de una finca burguesa junto al Park Güell, está colocada en lo más alto de la parcela y disfruta de unas vistas panorámicas sobre Barcelona, por encima de la casa principal, increíbles. Asimismo, tiene acceso independiente por la calle de arriba.
La propuesta trata de resolver todos los servicios, aseo y cocina, en una primera franja justo en la entrada, liberando el resto del espacio por el estudio, la cama y el ropero, que conviven en una sala única solo diferenciada por una tarima. Una tarima intermedia que coloca la cama y que privatiza el ropero posterior al cabezal y se ofrece como una grada-estar en la sala-estudio
| Fecha de Inicio | |
| Fecha Final | |
| Título | |
| Misión | Projecte i Direcció d’Obres |
| Tipología | Reforma interior Habitatge unifamiliar |
| Emplazamiento | |
| Superfície | |
| Promotor | |
| Presupuesto | |
| Arquitectos | Francesc Pla, Eva Serrats |
| Colaboradores | |
Más de 30 años después de su construcción, el Moll de la Fusta necesita una redefinición de su papel en la ciudad. La reflexión debe ayudar a repensar el difícil encaje ciudad-puerto. La visión estrictamente inmobiliaria de los espacios portuarios necesita el contrapunto de una aproximación más urbana que ponga en valor la riqueza... Leer más »
En 1980, el ámbito del Moll de la Fusta era una gran extensión de asfalto de siete carriles de circulación en cada sentido separada del recinto del Puerto por una valla y la vía férrea de servicio portuario. Entre los años 1981 y 1987, con la apertura al público del Moll de Bosch i Alsina,... Leer más »
La carretera se hace calle. Sigue el mismo eje, con luces que dibujan la línea en el cielo y una discreta rugosidad en el suelo, puntuada por LEDs. La sección, estricta y capaz: dos vías para coches y una pista bici a cada lado, segura, funcional, legible, como en Flandes en medio urbano. ... Leer más »