Una exposición, a diferencia de un catálogo editado o de un loop dentro de una pantalla líquida, nos emplaza a una experiencia sensorial única donde somos espectadores y, a la vez, protagonistas de un recorrido de descubrimientos personales. La propuesta para la exposición de fotografías del I Premio Internacional de Fotografía FCB, ideado para dar visibilidad a los valores positivos intrínsecos al deporte, utiliza un recurso de pinacoteca para mostrar las obras de forma autónoma, dejando las fotografías suspendidas en el aire con un sistema de soporte imperceptible.

Se confía la estabilidad a la valla deportiva inclinada, autoportante y fácilmente transportable, y a la vez característica del imaginario deportivo, que permite ser agregada y conformar diversas distribuciones. La disposición de las obras deviene de este modo dinámica y libre. La capacidad de adaptación del sistema de montaje a espacios diferentes hace de cada exposición un escenario único.

El caballete metálico de mesa permite adecuar las orientaciones y las alturas al visitante y al recorrido. La iluminación se fija sobre la estructura con un brazo articulado que permite dejar suspendido el proyector a la altura idónea. Las cartelas, infografías, leyendas, créditos y otros dispositivos gráficos quedan en un segundo plano, facilitando la lectura de las obras. El coste, el transporte y el montaje de los elementos se adecuan a las premisas del encargo.